Heinrich Daniel Ruhmkorff (Hannover, 15 enero 1803 – París, 20 diciembre 1877) Fue un físico alemán, inventor de la bobina de inducción.
La llamada bobina de inducción o carrete de Ruhmkorff, de invención anterior a la de los transformadores de corriente alterna, es un verdadero transformador polimorfo elevador, en el que se obtiene, a partir de una corriente primaria continua y de poca f.e.m. (pilas o acumuladores), otra de alta tensión y alterna.
Ruhmkorff se interesó por estos instrumentos a mediados del siglo XIX e introdujo varias mejoras en los dispositivos existentes hasta entonces: incrementó la longitud del alambre, separó los carretes primario y secundario mediante un tubo aislante de vidrio y, siguiendo los consejos del físico Hippolyte Fizeau, colocó un condensador entre los contactos del interruptor, lo que permitía reducir considerablemente las chispas producidas al conectar el carrete a una pila eléctrica y mejorar los resultados.
La parte principal del instrumento eran los dos alambres enrollados en la parte central, uno grueso (entre 2 y 2,5 mm) y otro fino (de ¼ a 1/3 de mm) aislados mediante un recubrimiento adecuado. El alambre más grueso se encontraba arrollado en torno a un cilindro que formaba el núcleo del carrete. El conjunto se cerraba con una capa aislante cilíndrica sobre la que se arrollaba el segundo alambre, más delgado, y de una longitud mucho mayor. Para hacer funcionar el instrumento, se hacía pasar una corriente eléctrica a través del alambre grueso que, de este modo, producía una corriente inducida en el alambre más fino. El fenómeno de inducción se producía con la variación de la corriente, por lo que era necesario producir el cierre y la apertura de la corriente mediante un interruptor que inicialmente fue de martillo. El carrete de Ruhmkorff se emplea para generar elevadas diferencias de potencial.
La llamada bobina de inducción o carrete de Ruhmkorff, de invención anterior a la de los transformadores de corriente alterna, es un verdadero transformador polimorfo elevador, en el que se obtiene, a partir de una corriente primaria continua y de poca f.e.m. (pilas o acumuladores), otra de alta tensión y alterna.
Ruhmkorff se interesó por estos instrumentos a mediados del siglo XIX e introdujo varias mejoras en los dispositivos existentes hasta entonces: incrementó la longitud del alambre, separó los carretes primario y secundario mediante un tubo aislante de vidrio y, siguiendo los consejos del físico Hippolyte Fizeau, colocó un condensador entre los contactos del interruptor, lo que permitía reducir considerablemente las chispas producidas al conectar el carrete a una pila eléctrica y mejorar los resultados.
La parte principal del instrumento eran los dos alambres enrollados en la parte central, uno grueso (entre 2 y 2,5 mm) y otro fino (de ¼ a 1/3 de mm) aislados mediante un recubrimiento adecuado. El alambre más grueso se encontraba arrollado en torno a un cilindro que formaba el núcleo del carrete. El conjunto se cerraba con una capa aislante cilíndrica sobre la que se arrollaba el segundo alambre, más delgado, y de una longitud mucho mayor. Para hacer funcionar el instrumento, se hacía pasar una corriente eléctrica a través del alambre grueso que, de este modo, producía una corriente inducida en el alambre más fino. El fenómeno de inducción se producía con la variación de la corriente, por lo que era necesario producir el cierre y la apertura de la corriente mediante un interruptor que inicialmente fue de martillo. El carrete de Ruhmkorff se emplea para generar elevadas diferencias de potencial.