David Sarnoff
(Minsk, actual Bielorrusia, 1891-Nueva York, 1971) Pionero de las retransmisiones radiotelevisivas. En 1900 se trasladó junto a su familia a Estados Unidos. Entró a trabajar en una compañía de telégrafos y, desde su puesto en dicha operadora, recibió, el 14 de abril de 1912, la señal de naufragio del Titanic. Sarnoff permaneció durante 72 horas recibiendo y enviando información. Recompensado por sus superiores, pronto alcanzó los puestos directivos de la empresa y, posteriormente, fue nombrado director general de la Radio Corporation of America (RCA), cargo desde el cual organizó la primera retransmisión radiofónica: un combate de boxeo. Tras haber propuesto algunos años antes la comercialización de aparatos de radio, a raíz de dicha retransmisión las ventas se multiplicaron. En 1916 Sarnoff había enviado un memorándum visionario a sus superiores: “He concebido un plan de desarrollo que convertiría a la radio en un ‘artículo para el hogar’, en el mismo sentido en que pueden serlo un piano o un fonógrafo: La idea es llevar música al hogar por transmisión inalámbrica. Aunque en el pasado esto ha sido probado con cables, fue un fracaso porque los cables no se adaptan a este esquema. La radio, sin embargo, la haría factible: Por ejemplo: podría instalarse un transmisor radiotelefónico, con un alcance de 40 a 80 kilómetros, en un punto fijo, donde se produzca música instrumental o vocal o ambas [...]. El receptor puede ser diseñado como una simple ‘caja de música con radio’ y adaptado para que posea diferentes longitudes de onda, entre las que pueda alternarse con un simple giro de un resorte o apretando un botón. La caja de música de la radio puede ser entregada con amplificadores y con un altavoz, todo ello debidamente acondicionado en una caja. Esta puede ser colocada sobre una tabla en la sala, y haciendo girar la perilla se escucharía la música transmitida [...]. El mismo principio puede ser ampliado a muchos otros campos, como recibir lecciones en casa, que serían perfectamente audibles, o la difusión de acontecimientos de importancia nacional, que serían transmitidos y recibidos simultáneamente. Los resultados de los partidos de béisbol podrían ser transmitidos por el aire. Este plan sería especialmente interesante para los granjeros y otros que vivan en distritos alejados de las ciudades. Con la compra de una ‘caja de música de la radio’ podrían disfrutar de conciertos, conferencias, actos musicales, recitales, etcétera. Aunque he indicado algunos de los probables campos de utilidad para el aparato, hay muchos otros a los que el principio podría ser ampliado”. A Sarnoff solo le faltó visionar los anuncios publicitarios cantados y los melodramas para la descripción exacta de la radio.
(Minsk, actual Bielorrusia, 1891-Nueva York, 1971) Pionero de las retransmisiones radiotelevisivas. En 1900 se trasladó junto a su familia a Estados Unidos. Entró a trabajar en una compañía de telégrafos y, desde su puesto en dicha operadora, recibió, el 14 de abril de 1912, la señal de naufragio del Titanic. Sarnoff permaneció durante 72 horas recibiendo y enviando información. Recompensado por sus superiores, pronto alcanzó los puestos directivos de la empresa y, posteriormente, fue nombrado director general de la Radio Corporation of America (RCA), cargo desde el cual organizó la primera retransmisión radiofónica: un combate de boxeo. Tras haber propuesto algunos años antes la comercialización de aparatos de radio, a raíz de dicha retransmisión las ventas se multiplicaron. En 1916 Sarnoff había enviado un memorándum visionario a sus superiores: “He concebido un plan de desarrollo que convertiría a la radio en un ‘artículo para el hogar’, en el mismo sentido en que pueden serlo un piano o un fonógrafo: La idea es llevar música al hogar por transmisión inalámbrica. Aunque en el pasado esto ha sido probado con cables, fue un fracaso porque los cables no se adaptan a este esquema. La radio, sin embargo, la haría factible: Por ejemplo: podría instalarse un transmisor radiotelefónico, con un alcance de 40 a 80 kilómetros, en un punto fijo, donde se produzca música instrumental o vocal o ambas [...]. El receptor puede ser diseñado como una simple ‘caja de música con radio’ y adaptado para que posea diferentes longitudes de onda, entre las que pueda alternarse con un simple giro de un resorte o apretando un botón. La caja de música de la radio puede ser entregada con amplificadores y con un altavoz, todo ello debidamente acondicionado en una caja. Esta puede ser colocada sobre una tabla en la sala, y haciendo girar la perilla se escucharía la música transmitida [...]. El mismo principio puede ser ampliado a muchos otros campos, como recibir lecciones en casa, que serían perfectamente audibles, o la difusión de acontecimientos de importancia nacional, que serían transmitidos y recibidos simultáneamente. Los resultados de los partidos de béisbol podrían ser transmitidos por el aire. Este plan sería especialmente interesante para los granjeros y otros que vivan en distritos alejados de las ciudades. Con la compra de una ‘caja de música de la radio’ podrían disfrutar de conciertos, conferencias, actos musicales, recitales, etcétera. Aunque he indicado algunos de los probables campos de utilidad para el aparato, hay muchos otros a los que el principio podría ser ampliado”. A Sarnoff solo le faltó visionar los anuncios publicitarios cantados y los melodramas para la descripción exacta de la radio.
En 1926 fundó la National Broadcasting Company (NBC), y en 1928 presentó los primeros prototipos de televisión, medio de difusión cuya primera retransmisión supervisó en 1939.